Uno de los arrestos más grandes del año en Judea y Samaria tomó lugar a plena luz del día.

Al mediodía, en una de las zonas más concurridas de Ramala, tres batallones llevaron a cabo una operación a nivel de brigada con el objetivo de frenar el flujo de fondos terroristas hacia la ciudad. En tan solo tres horas, y gracias a una estricta coordinación, las tropas lograron un importante éxito operativo. Conversamos con los comandantes de los batallones “Ram” y 1810 para conocer, desde adentro, cómo se desarrolló la misión conjunta.

04.09.25
FDI

Cuando se opera en el corazón de las redes terroristas en Judea y Samaria, uno de los factores más importantes es la capacidad de alcanzar una y otra vez de manera inesperada, tomando por sorpresa a los terroristas. Con esto en mente, la semana pasada nuestras fuerzas lanzaron una de las operaciones más grandes del último año para desmantelar una célula terrorista en la zona de Judea y Samaria.

El Batallón Ram, el Batallón de Reserva 1810, la Policía de Fronteras de Judea y Samaria y combatientes de Duvdevan unieron fuerzas en una operación contra casas de cambio en el corazón de Ramala, que servían como canales para el flujo de fondos terroristas.

Para llevar a cabo una operación a nivel de brigada de esta magnitud, se requirieron tres batallones completos y una fuerte presencia en el terreno. Gracias a una coordinación precisa, y en solo tres horas, las fuerzas lograron incautar aproximadamente 1.5 millones de shekels que iban destinados para actividades terroristas.

El Batallón 1810 inició la operación con un objetivo claro. El comandante del batallón, LTC M., describe: “Teníamos que aislar toda la zona norte, oeste y este para permitir que el Batallón Ram operara sin ser detectado. Se decidió de antemano por qué rutas entraríamos, y a cada compañía se le asignaron objetivos específicos.”

La operación comenzó con un asalto simultáneo a lo largo de la línea designada. “Tenía alrededor de kilómetro y medio de área que aislar”, explica el comandante del batallón. “Desde el momento en que entramos, el Batallón Ram (la fuerza de irrupción)  avanzó con nosotros hacia el interior. Todo tenía que suceder rápido y, en efecto, en apenas 20 minutos ya teníamos toda la libertad de acción en una de las zonas más concurridas de Ramala, la Plaza Al-Manara.”

Como si aislar una zona tan concurrida no fuera ya lo suficientemente desafiante, esta operación se desarrolló a plena luz del día.

“Sabíamos que en el momento en que entráramos, inmediatamente atraeríamos fuego”, recuerda el LTC M. “Y, de hecho, durante toda la misión tuvimos que enfrentarnos a numerosas interrupciones en la zona. Pero, al mismo tiempo, el factor sorpresa fue clave para nuestro éxito.”

Era ahora el turno del batallón de asalto. “Tras el exitoso aislamiento de la zona, entramos directamente”, afirma el LTC A., comandante del Batallón Ram. “A cada compañía se le asignó un objetivo específico para alcanzar: casas de cambio en el corazón de la ciudad que servían como centros criminales para canalizar fondos terroristas hacia organizaciones hostiles”. Estos negocios también se utilizaban para transferir dinero directamente a terroristas de Hamás.

Sobre el terreno, todo avanzó como un reloj gracias a una planificación meticulosa: “Desde el momento en que recibimos la misión, sabíamos exactamente a lo que nos enfrentábamos. El objetivo principal era desmantelar por completo el negocio y evitar el flujo continuo de fondos hacia terroristas, colaboradores y cómplices.”

Durante la operación, arrestaron a diez individuos buscados, confiscaron efectivo por un valor de millón y medio de shekels y otros elementos relevantes. Una vez asegurada la misión y completada la coordinación, otra compañía entró con camiones de evacuación para retirar las grandes cajas fuertes que contenían los fondos terroristas. Mientras tanto, reservistas del Batallón 1810 patrullaban la zona, garantizando que incluso en la fase final no surgieran amenazas inesperadas que pusieran en peligro a nuestras fuerzas.

Desde el momento de la entrada hasta la salida, solo transcurrieron tres horas. “Hoy, los lugares definidos como principales objetivos terroristas en la ciudad han sido neutralizados, y todo el dinero que confiscamos ya no está activo”, afirma el comandante del Batallón 1810. “Los desafíos en este sector no son simples, pero seguimos operando y demostrando que, cuando abordamos las operaciones con pensamiento innovador y tomamos al enemigo por sorpresa, aseguramos logros significativos que no se veían aquí desde hace mucho tiempo.”